Principios de diseño de raquetas de tenis
Los principios de diseño de las raquetas de tenis dependen en gran medida del tipo y nivel del jugador. Sus principios incluyen potencia, manejo, comodidad y fallas mecánicas. En un mundo ideal, todas las raquetas perseguirían la maximización de estos indicadores y, en última instancia, la potencia y el control serían elegidos como los indicadores más importantes en el diseño.
fortaleza
El primer principio de diseño es “para mayor potencia, utilice cables de red”. Los cables de red son capaces de recuperar aproximadamente el 90% de su energía de deformación después del impacto, mientras que las bolas individuales (que rebotan en una superficie dura) sólo pueden recuperar el 45% de su energía (Brody, 1995). Además, la energía de la deformación del marco de la raqueta no se devuelve a la pelota a tiempo, aumentando la energía de la pelota, lo que hace que la deformación máxima del cordaje cuando se impacta cualquier raqueta, lo que aumenta la potencia más que la deformación de la pelota de tenis o del marco.
En la década de 1970, tras la aparición de las raquetas extragrandes, se empezó a aplicar el principio de limitar el tamaño del encordado. Las directrices actuales establecen la calidad y el ancho máximos del cable, medidos en ambos lados del marco. Los intentos posteriores de maximizar el tamaño del encordado se centraron en adoptar una forma de cara de raqueta cuadrada, en lugar de un simple círculo. Esto da como resultado que todos los cables de red sean muy largos, pero existen limitaciones estructurales, el marco se vuelve difícil de fabricar, no es lo suficientemente fuerte y tiene mal aspecto. Muchos fabricantes han adoptado ojales más grandes, lo que permite que el tamaño efectivo del lecho de alambre se extienda fuera del marco.
Otro factor que afecta la potencia es la distribución de masa, aunque es difícil que la distribución de masa alcance el valor óptimo, el principio es relativamente simple, es decir, una raqueta liviana balancea más rápido, aumentando la velocidad de bateo, mientras que una raqueta pesada balancea lentamente, pero debido a El aumento de masa también puede dar como resultado un aumento de la velocidad de la bola, especialmente si la masa agregada se agrega al punto de impacto. Por lo tanto, al diseñar una raqueta, esta debe ser lo suficientemente pequeña como para poder hacer swing y golpear a altas velocidades, y al mismo tiempo tener suficiente masa para optimizar las características de rebote de la pelota de tenis.
Controlabilidad
Los cabezales y marcos más pequeños con mayor estabilidad torsional a menudo tienen mejores capacidades de manejo porque los ángulos de deflexión del cable y el marco son más pequeños. Los golpes desde el centro de la raqueta producen una mayor desviación, lo que hace que la pelota de tenis rebote en las cuerdas en un ángulo mayor que un ángulo de rebote perfecto desde una superficie lisa. Esta pequeña diferencia puede provocar errores importantes cuando los jugadores compiten en el campo.
El alto rendimiento antitorsión hace que la raqueta gire menos en la mano, lo que resulta en un punto de golpe más preciso. Separar el cable de red también afecta la capacidad de control y puede resultar útil tenerlo en cuenta. Para crear una cabeza pequeña con buena estabilidad torsional es necesario agregar masa alrededor del perímetro del marco de la raqueta (las 3 en punto y las 9 en punto). Los cables más densos generan una tensión del cable más eficiente, lo que reduce la desviación angular y también la rotación, lo cual es importante para algunos competidores.